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20 03, 2018

La Felicidad: decido ser feliz

2019-09-09T00:15:28-05:0020 marzo, 18|

La felicidad, ¡hoy decido ser feliz! Parecería una cuestión no muy complicada.  Sin embargo nuestro concepto de felicidad está muy marcado por la influencia de la sociedad… empujándonos a ser egoístas y a creer que la felicidad depende de los demás, del clima, del tráfico o que se mide por el dinero que tenemos.  Por ejemplo en los Estados Unidos a pesar de que el poder adquisitivo se ha duplicado desde los años cincuenta; la felicidad del ciudadano medio estadounidense se ha mantenido prácticamente sin cambios. Entonces la felicidad no depende de esos factores materiales.

La felicidad es una decisión personal. Pero tú y yo somos egoístas por naturaleza.  ¿Cómo podemos tomar una decisión que va en contra de nuestra naturaleza? Una decisión no para satisfacer mi ego, sino más bien para ayudar a los demás.  Te imaginas que esa felicidad la exteriorizamos y la ponemos al servicio de nuestro prójimo, me atrevería a pensar que los resultados serían grandes.  La pobreza, la desnutrición, el analfabetismo, la inseguridad, la violencia, el mal trato podrían disminuir.

En una publicación del periódico español El Mundo, encontré una nota sobre un médico que decidió ser feliz. Y dice:

Primero fue el payaso, después vino el activista y finalmente el médico. ¿O fue al revés? El caso es que los tres personajes confluyeron por arte de magia en la larga humanidad de Hunter Doherty, más conocido como Patch Adams, que se hizo de joven un propósito: «En vez de intentar quitarme la vida, voy a ser feliz a toda costa… Y voy a empezar una revolución basada en el amor».

Patch Adams indica que: «La risa no es una terapia, como tampoco lo es música. Terapia suena a cirugía, a homeopatía o a tratamiento. La risa y la música son mucho más, yo diría que son la vida misma, una parte esencial de nuestra condición de humanos. Lo que no es de humanos es la seriedad. No conozco una sola enfermedad que se cure con la seriedad, con la ira o con la apatía. No llegaremos muy lejos si nos ponemos muy serios. Lo más curativo es el amor, el humor y la creatividad».

La Biblia registra un relato que va en contra de nuestra propia lógica sobre la felicidad.  Pero no significa que la debemos ignorar sino que es una invitación a ser parte del Reino de Dios.  En Mateo capítulo 5 encontramos el famoso sermón del monte. Jesús al ver a la multitud abrió su boca y empezó a enseñarles.  En ese lugar Jesús repitió 9 veces la palabra Makarios, que se traduce como feliz, o bienaventurado. Una felicidad en todo el sentido de su palabra, pero distinta a la manera que la gente lo concibe. Makarios tal vez podría entenderse mejor diciendo que a esas personas «les irá bien» o que «cuentan con el favor de Dios». En ese contexto, las bienaventuranzas de Jesús indican que a los que buscan primeramente el reino de Dios a la larga les irá bien, porque cuentan con Su favor.  Una felicidad que la podemos experimentar en este mundo, sin descansar en las circunstancias de la vida. Una felicidad que la comparte Dios para todos quienes depositan su fe y confianza en El.

27 02, 2018

Una vida juntos…; una vida de días buenos, malos y regulares

2018-02-27T09:30:27-05:0027 febrero, 18|

Cuando compartes tu vida con una persona, realmente llegas a vivir junto con él/ella todos los estados emocionales que su corazón experimente. Aunque no nos guste la idea, así es; aunque el mundo entero a través de películas y cuentos nos pinten que en el matrimonio solo habrá gozo y felicidad, en el matrimonio habrá momentos también de tensión.  Es más, antes de pronunciar las palabras: ¡sí, acepto!, en el altar; quien preside los votos matrimoniales te lo dice fuerte y claro: ¿promete serle fiel, amarle, cuidarle y respetarle, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en la alegría y la tristeza, todos los días de su vida? Pero estas promesas se quedan sólo en un rito porque olvidamos sus líneas, su concepto, su magnitud y llegamos al matrimonio creyendo que mi cónyuge siempre tendrá una enorme sonrisa y la mejor disposición frente a cualquier evento.

La verdad es que todos quienes estamos casados hemos aterrizado en la interrogante: ¿y ahora qué le pasa o qué le pasó? Y me refiero a esas ocasiones en las que después de un día agotador, desgastante, cuando tu corazón anhela llegar a la comodidad del hogar, al hacerlo descubres que tu cónyuge no está con el mejor ánimo. O cuando están platicando mientras disfrutan de un café, llega un punto en el cual los dos tienen puntos de vista diferentes y ahí nace un ceño fruncido y el tono de la conversación cambia. Y casi olvido de aquellas situaciones que de la nada recibes una contestación un tanto cortante, donde ni te regresa a ver, porque está concentrado en otra actividad; y, uy, eso toca el corazón.

Pero así como nuestros cónyuges tienen días buenos, malos y regulares; debemos reconocer que nosotras también vivimos días buenos, malos y regulares. Así como nosotras vivimos junto a ellos todas las emociones por las que pasan; ellos viven con nosotros todas las emociones de nuestro día a día. Es parte del matrimonio.

Esforzarnos porque no existan estos momentos, sería un esfuerzo sin logro; lo que sí podemos trazarnos es estar conscientes de que al ser una sola carne en el matrimonio nuestras expresiones emocionales afectarán a nuestro cónyuge y desafiarnos a comunicarnos de la mejor manera para evitar lastimar el corazón de quién amamos.  Presentarnos como somos, manifestar nuestra molestia, está bien; pero siempre teniendo presente que todo, aún esos momentos de mal humor, deben ser llevados con sabiduría, con calma y con amor.

20 02, 2018

Solo Camina a Mi Lado y Sé Mi Amigo

2019-09-09T00:15:30-05:0020 febrero, 18|

«No camines delante de mí, puede que no te siga.

No camines detrás de mí, puede que no sea un guía.

Solo camina a mi lado y sé mi amigo».

Esta es una frase del novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés, Albert Camus; que pone de manifiesto lo que anhelamos de un buen amigo…, que camine a nuestro lado, en alegrías, en tristezas, en triunfos y fracasos; que camine a nuestro lado al mismo ritmo que el nuestro y sin replegarse en las batallas que pueda traer la vida.

En mis casi cuatro décadas de existencia, he tenido la bendición de contar con tres amigas y un amigo (mi esposo) que han caminado a mi lado de esta manera. Conociendo a detalle lo que soy, lo que he vivido, lo que siento y pienso; con fortalezas y debilidades, con momentos buenos y otros no tan buenos, con momentos intensos de alegría y otros de irritabilidad; y con todo siguen caminando a mi lado.

Son esos pocos ángeles terrenales que Dios pone en nuestra vida, que si tuviéramos que retroceder en el tiempo anhelaríamos que lleguen antes del momento en que llegaron porque se han convertido en esa fuente de apoyo, ánimo, revelación, amonestación y comprensión.

Mis amigas y amigo-esposo son esos seres únicos con los que realmente sé que puedo contar. Como dice el poema del uruguayo Mario Benedetti, no hasta uno ni hasta dos ni hasta cinco ni hasta diez, sino realmente puedo contar con ellas y con él, con toda seguridad; y ellas y él pueden contar conmigo.

Los científicos descubrieron que la actividad cerebral de una persona cuando está en peligro es prácticamente idéntica a la que despliega cuando su amigo lo está. Nuestros amigos se convierten en parte de nosotros, no en sentido poético o metafórico, sino real. Literalmente, nos sentimos amenazados cuando nuestros amigos están amenazados. Entonces, se cumple la afirmación de Jesucristo registrada en el evangelio de Juan, “Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos”.

Es interesante también tomar en cuenta que es muy difícil llegar a este nivel de amistad con el sexo opuesto, a menos que sea tu cónyuge; y no lo digo por sexismo o fanatismo, pero al llegar a tener cierto grado de cercanía emocional, espiritual y física con mis amigas puedo asegurar que no podría tener la misma apertura ni proximidad con nadie más. Varios estudios reflejan que en la amistad entre hombres y mujeres resulta imposible escaparse de los momentos de seducción y tensión sexual. Por ejemplo, la Universidad de Wisconsin hizo un estudio con 88 parejas de amigos de distinto sexo y concluyeron que los hombres sienten mayor atracción física y sexual por sus amigas y tienden a sobreestimar cómo ellas los ven.

¿Quieres regresar a ver y encontrar a tu lado a un amigo? Busca con sabiduría, escoge con cautela y cuando lo hayas hallado, llega a ser con él más unido que un hermano y jamás lo descuides ni abandones. El sabio Rey Salomón en su libro de Proverbios nos recuerda que: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano”.

5 02, 2018

Cuidado con lo que Haces Cuando Nadie te Ve

2019-09-09T00:12:51-05:005 febrero, 18|

Hace algunos años atrás, una institución me contrató para ser maestra de ceremonias de su aniversario. La matriz de la empresa que me contrataba, quedaba algo alejada de la ciudad donde vivo. Antes de empezar el evento los invitados iban llegando, socializando y riendo entre ellos; yo sin conocer a nadie esperaba en la esquina con el personal designado para sonido. Ahí en espera a iniciar la gran celebración por los cincuenta años de vida de esta empresa; empecé a recorrer con mi mirada la hermosa decoración del salón, a los meseros sirviendo bocaditos y las personas interactuando entre ellas; pero llamó mi atención una pareja de enamorados de lo más efusivos, él mantenía sus brazos alrededor de la cintura de ella y le repartía besos en el cuello. De hecho, creo que no hubiera mantenido mi observación en ellos, si él no hubiera sido el marido de una amiga.  Al pasar a la tarima, y estar de frente al público de esa noche, él me reconoció en seguida, palideció su rostro, se mortificó y pocos minutos después junto con su amante, salieron del salón.

Los seres humanos estamos continuamente tentados a dejarnos seducir por decisiones, acciones o pensamientos que nos pueden llevar a caminar en contra de lo que es bueno, de lo que conviene. Algunos batallamos por mantenernos en valores y principios; pero otros se van por el camino fácil, manteniendo una doble moral, un doble discurso, haciendo lo malo en oculto.  Como el esposo de mi amiga, creía que ahí, a cientos de kilómetros, lejos de su hogar, podía mantener un romance con otra persona, sin que nadie lo supiera; pero la vida tiene sentido del humor y todo lo que hacemos, tarde o temprano, sale a la luz. Y cuando hemos estado caminando en zonas prohibidas, la catástrofe llega tarde o temprano; y no solo para quien actuó mal sino para todos aquellos que lo rodean y lo aman.  Eso mismo causó la infidelidad oculta del marido de mi amiga, arrasó con su matrimonio, destruyó la vida de sus hijos, la de su esposa y la de él mismo; hasta el día de hoy su primogénito sigue visitando al psicólogo porque no ha superado la ruptura de sus padres.

La Palabra de Dios nos recuerda en Marcos 4.22 “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a la luz”. Totalmente cierto, todo lo que hacemos, siempre saldrá a flote y traerá sus consecuencias buenas o malas, de acuerdo al tipo de acciones con las que hemos obrado. Claro que cuando hacemos algo en oculto es una señal de que estamos optando por cosas incorrectas; situaciones que de salir a la luz nos causarían vergüenza; áreas de nuestra vida de la que no estamos orgullosos.

Si este es tu caso, si estás caminando por zonas inadecuadas, que no convienen, que te provocan vergüenza, que solo lo haces cuando nadie te ve…, estás en peligro. Más rápido que tarde empezarás a experimentar el dolor de la consecuencia de tus actos. Te animo a parar antes que termines en completo desastre.

29 01, 2018

Los Cambios son Posibles

2019-09-09T00:12:53-05:0029 enero, 18|

Todos nosotros hemos escuchado frases como: “así nací y jamás cambiaré”, “así soy y hasta la muerte seguiré siendo lo que soy”, “genio y figura hasta la sepultura”, “me gusta como soy y no pienso cambiar”, “soy así y punto”, entre tantas otras parecidas. Excusas recurrentes de personas que están teniendo acciones incorrectas o comportamientos que están mal. Por ejemplo: arranques de irritabilidad incontenidos, dejar la ropa sucia por toda la casa, mantenerse en infidelidad, llegar tarde a todo lugar, y más.

Estas frases son definitivamente una mentira. Varios estudios, entre ellos uno realizado en 2013, por el Centro de Investigación de Oregón, publicó los resultados de un seguimiento de 40 años a 2.000 personas, demostrando que la personalidad (la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e interpretamos la realidad) está sujeta a una serie de cambios a lo largo de la vida, sobre todo en la adolescencia y entrada en la madurez, aunque también en edades más avanzadas.

Entonces, si nuestro entorno varía y buscamos conscientemente lograr un cambio podemos conseguirlo; es tener la voluntad de querer hacerlo.  Uno puede adquirir las habilidades para ser puntuales, superar la tendencia al desorden o ser fiel al cónyuge.

Ahora, como hijos de Dios estamos llamados a no conformarnos a este mundo. Es decir, no caminar en vicios, en deleites placenteros de la carne, con egoísmos; que nos apartan de las cosas que son dignas, verdaderas, respetables, justas, puras y amables.

Estamos llamados a ser diferentes, a dejar nuestro antiguo yo, para crecer como seres humanos, como hijos de Dios, llamados a marcar el mundo con fe, esperanza y amor. Ahora, podemos contar con ayuda celestial, para lograr este cambio, si le permitimos al Espíritu Santo actuar en nuestra mente y corazón.

En vez de ser conformados a este mundo deberíamos de ser transformados. Ahora, ser transformado significa cambiar de forma, convertirse en algo diferente.  ¿Entonces cómo debería ser nuestra nuevo ser? La respuesta es simple: CRISTO. Como Pablo dice en Gálatas 4:19 “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”.

Ese cambio se lleva a cabo mediante la renovación de la mente y depende de cada uno con cuál opción vamos a programar nuestro caminar en la vida: las cosas que no tienen buen fin, que son momentáneas; o las cosas que transcienden en valores, principios y amor.  Solo se requiere de tener la voluntad y el compromiso de hacerlo.

22 01, 2018

Sentir, pensar, y actuar como Jesús

2019-09-09T00:15:34-05:0022 enero, 18|

Desde muy pequeños, la sociedad, los medios de comunicación, el entorno en el que nos desarrollamos nos enfocan a querer obtener para nuestro ser los mejores valores, principios, sentimientos; y nos envuelven equivocadamente, a querer ser (sentir, pensar, actuar) como los personajes de ficción que vemos en las películas o leemos en los libros, en definitiva, personas irreales. Lo triste es que al querer imitar sus vidas ficticias nos llevamos una enorme decepción porque es imposible sostener sus pasos de fantasía.

Pero si tanto anhelamos caminar dejando huellas positivas en la vida de aquellos que amamos, de aquellos que son difíciles de amar, y por cualquier lugar donde pasemos, debemos regresar a mirar aquel que hizo historia, aquel que con su amor, determinación y pasión nos dejó lecciones que trascienden en valores, principios, fe, esperanza, misericordia, humildad y amor. Este personaje que transitó en este mundo, que palpó el cansancio, el sufrimiento, la alegría, la frustración, el éxito,… este personaje real, y que nos entiende perfectamente, es Jesucristo.

Debemos aprovechar su proposición, invitarlo a morar en nuestro corazón y decidir seguirlo.  Su Palabra nos dice: “Ven, sé mi seguidor”. Esta es, en efecto, la invitación que Él nos dirige a cada uno de nosotros. Por ello, hacemos bien en preguntarnos: “¿Qué respuesta le daré?”. La contestación tal vez parezca obvia, pues ¿quién va a negarse a aceptar una oportunidad tan maravillosa? Pero… ¿estamos realmente dispuestos a apartar nuestro corazón engañoso, imperfecto, para dejar que su corazón tome posesión en nuestro ser y dirija el rumbo de nuestros pasos?

Si queremos un presente y un futuro para nosotros y nuestras generaciones donde reine la paz, la bondad, la justicia, la esperanza, el amor…, porque no apostar por un SÍ; por un trasplante de corazón, el suyo por el nuestro. Es una garantía de caminar por la senda correcta, con luchas y batallas pero seguras victorias. “De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo”. Efesios 4:13 (NVI)

Yo decido caminar con el corazón de Jesús por el resto de mis días, aceptar su amor, para dar amor. ¿Y tú?

14 01, 2018

TU VIDA HABLA SI CREES O NO EN DIOS

2019-09-09T00:15:35-05:0014 enero, 18|

Cuando pienso en qué significa para mí creer en Dios…, viene a mi mente un sin número de palabras como confiar; esperar ciegamente; descansar en su regazo; entregarse en sus manos; abandonarse a lo que uno es, siente o quiere para que él tome el control; y otras tantas.  Ahora, eso es lo que pienso…, pero vivirlo al ciento por ciento…, caminar y batallar diariamente por fe… tomar las decisiones dándole el dominio de la situación, es una cuestión de convivencia permanente entre él y yo porque de lo contrario sale esa naturaleza de independencia y de querer tener el control total de lo que me rodea.

Realmente creer, significa tener fe en que Dios vive, que es activo, que está muy interesado en mí porque me ama, y que sus planes son mejores que los míos.  «Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay…» (Hebreos 11.6)

Cuando pienso en creer, quiero creer como aquel centurión romano que le pidió a Jesús, del pueblo judío, que en esa época eran esclavos de Roma, que sanara a su siervo enfermo. El centurión escuchó sobre Jesús y tuvo fe en su poder para sanar. La Palabra dice que Jesús se maravilló de la fe del centurión romano. Este le dijo al maestro: “Señor, conozco sobre obedecer órdenes. Digo que vayan y van; así que, aunque no soy digno, manda a sanar a mi sirviente”.  ¡Este hombre le pidió a Jesús que obrara un milagro no presencial, desde lejos! Eso es tener fe.

Al leer sobre hombres y mujeres de los que se narra en la Palabra, no encontramos seres perfectos sino esforzados y valientes que creyeron en Dios. Sabemos que Abraham, José, David, Josué, incluso Rahab caminaron con fe y su fin fue bueno, entonces decimos creer que el Señor estuvo con ellos y que queremos experimentar esa fe que estos caudillos tuvieron. Pero la cuestión es creer que Él quiere hacer Su obra con nosotros en este tiempo y accionar nuestro caminar hacia eso, con su dirección. Ahora no construiremos un arca, no tendremos que vencer a Goliat, pero enfrentamos nuestros propios desafíos: la oficina, la familia, la iglesia, que no son menos retadores. En estas circunstancias es cuando debemos demostrar que tenemos fe para emprender sin necesidad de tantas confirmaciones de Dios; y eso se logra buscando a nuestro Padre Dios y estrechando lazos con él en secreta intimidad.

La razón nos abandona donde la fe nos da la mano. «Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.» (Marcos 9.23) ¡Ahora es el momento cuando tu fe será desafiada para emprender lo que Dios te ha delegado y que piensas que es imposible lograr!

8 01, 2018

EMOCIONES DESCONTROLADAS

2019-09-09T00:15:37-05:008 enero, 18|

Los seres humanos en general nos descontrolamos con muchísima facilidad y todo ese entramado de emociones nos aleja de nuestra verdadera esencia. Entre las emociones que experimentamos y de las cuales no dejamos llevar, podemos distinguir al menos dos grupos: las positivas y las negativas.

El miedo-ansiedad, la ira, la tristeza-depresión y el asco son reacciones emocionales básicas que se caracterizan por una experiencia afectiva desagradable o negativa y una alta activación fisiológica. Las tres primeras son las emociones más estudiadas en relación con el proceso salud-enfermedad.

Pero no necesariamente estas emociones deben terminar provocando algún desajuste de salud en nuestras vidas. Estas reacciones tienen una función preparatoria para que podamos dar una respuesta adecuada a las demandas del ambiente, a las situaciones difíciles, momentos desagradables, por lo que las respuestas son eminentemente adaptativas, se pueden controlar.  Sin embargo, en ocasiones encontramos que algunas de ellas pueden transformarse en patológicas en algunos individuos, en ciertas situaciones, debido a un desajuste en la frecuencia, intensidad, adecuación al contexto, etc.

El saber que emociones como el miedo-ansiedad, la ira, la tristeza-depresión y otras negativas, son controlables y no que ellas siempre estarán en control nuestro es un alivio y una esperanza. Y digo esperanza porque según datos estadísticos estamos viviendo la era de la Ira; no hay ser humano que no la haya experimentado y no se haya dejado dominar por ella. Esto me hace mirarme y reconocer que una de las emociones con las que batallo a diario es la ira, que en ciertos momentos de sobre carga (oficina, casa, hijos, esposo, estudios, etc.) me domina completamente; y aunque reaccione inmediatamente con conciencia de culpa, equivocación y arrepentimiento, ya lastimé a alguien que quiero.

Pero podemos controlar cualquier emoción que experimentemos. “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 Timoteo 1:7 NVI. He podido experimentar el control del Espíritu Santo en mí, frente a las emociones que se me descontrolan con facilidad.  Por ejemplo, yo siento como va subiendo la ira con una situación injusta, frente a la desobediencia o desorden de mis hijas; entonces, yo anticipo que estoy a punto de explotar, hago conciencia de no querer hacerlo y me enfoco en llenarme de paz, para solucionar la situación. No es fácil, pero se puede.

Hay emociones descontroladas con las cuales todos los seres humanos batallamos a diario. Lo que señalan los expertos es identificar la emoción, buscar el origen de esta y establecer estrategias que ayuden a no dejarse dominar por lo que sentimos.   A estas recomendaciones añadiría, el presentarnos a nuestro Creador, tener encuentros íntimos con Él que nos lleven a recargarnos de su amor, paz y gozo; y poner nuestra carga, nuestra batalla en sus manos. “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir”.  1 Corintios 10:13 NVI

11 12, 2017

Un Corazón Agradecido

2019-09-09T00:15:39-05:0011 diciembre, 17|

Por lo general, antes de cerrar mis ojos, hago un repaso del día que Dios me permitió vivir; y cada noche me sorprendo por el amor y la fidelidad inagotable de nuestro Padre Celestial. Su provisión no se detiene y siempre da más de lo que espero o pido en oración. Esto me ha llevado a caminar por fe, a descansar en Él completamente porque sé que su corazón generoso me sostiene.

Pero esa provisión a la que me refiero va más allá de las necesidades materiales; el poder sentir su amor, su presencia, su guía espiritual, su calor en cada mañana, su presencia cuando caen las gotas de lluvia acariciando mi rostro…; y su consuelo en los días amargos, en las desilusiones o injusticias del transitar en este mundo de egoísmos. Es esa provisión integral, que solo puede otorgar Dios, la que me permite caminar cada día y sonreír con gratitud.

Gratitud…, de que otra forma podría pagar tanto amor y generosidad derramada. Gratitud buscando cumplir con su llamado, con la misión designada, con ese propósito de su voluntad para mi vida.  Gratitud tejiendo hilos de amor indestructibles. Gratitud compartiendo de su amor con aquellos que lo necesitan. Gratitud viviendo una vida en completa adoración.

Tratar de comprender su generosidad, de entender su provisión solo me llevan a sentir con más intensidad su amor; y no me queda más que responder de la misma manera, con bondad en todas mis acciones, con desprendimiento para bendecir a otros y con gozo frente a toda situación.

¡Experimentar el amor a través de su provisión inagotable… me lleva a caminar con un corazón agradecido!

“Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén”. Romanos 11:36 NVI

27 11, 2017

LA ESENCIA DE LA GENEROSIDAD

2019-09-09T00:15:41-05:0027 noviembre, 17|

Desde muy pequeña pude experimentar la generosidad en mis padres; creo que eso me ha permitido ser una persona desprendida de lo material.  Mi madre cada temporada tomaba aquellas cosas que no usábamos, fueran juguetes, ropa, lo que fuera que estuviera en buen estado, para regalárselo a aquellos menos afortunados.  Mi padre, con un corazón aún más generoso jamás dijo no a quien le pidiera algo y si estaba en sus manos ir más allá, no lo pensaba dos veces, aportaba con su granito de arena. Lo fabuloso era ver que jamás esperaban reconocimiento ni recompensa de nadie, era y es su forma de vivir hasta ahora.

Llevo en la mente un episodio en la cual se inventaron la necesidad de unos muebles de madera solo por apoyar a un anciano de unos 75 años, que estaba solo y necesitaba trabajar para mantenerse. Iba todos los días a la casa a fabricar los artículos encomendados y mis padres lo atendían como a cualquier otro miembro de la familia. No solo le extendieron un medio de sustento, le brindaron su tiempo, sus palabras, su compañía, su amor.

Tal vez estos capítulos repetitivos durante toda mi vida, me han permitido ver a Dios con mayor facilidad como un Padre por naturaleza generoso. Al recorrer por su Palabra puedo verlo lleno de amor proveyendo de alimento al profeta Elías a través de los cuervos que lo visitaban; o cuando provee de agua y maná a su pueblo en el desierto; cuando sacia el hambre de las más de cinco mil personas que acompañaban a Jesucristo por sus enseñanzas, e incluso nos envió a su propio Hijo para que pudiéramos pasar de muerte a vida. ¿Acaso nuestro Creador no tiene un mega corazón generoso? ¡Claro que sí!

Y al regresar a ver mi vida, puedo ver su generosidad expresada a la máxima potencia. Me ha suplido en momentos de necesidad, me ha sorprendido con cosas mejores a las que he necesitado, me ha regalado una familia amorosa, me ha permitido cumplir mis sueños siendo herramienta en sus manos para compartir de su amor. Su generosidad ha sobrepasado a lo que soy.  La única forma en la que puedo manifestar mi agradecimiento a tanta generosidad, es abriendo mi corazón y mis manos para bendecir a otros con lo mucho o con lo poco que él me da.  Y al compartir de lo que tengo y lo que soy; con los dones y talentos que residen en mí… soy feliz.

Eso es para mí la generosidad, así es como la veo, la palpo y la vivo. Es esa entrega de lo que somos, de lo que tenemos; es ese compartir a otros de lo que Dios nos ha dado. Es preocuparme por mi hermano y suplir sus necesidades físicas, espirituales y emocionales; así mismo como hace Dios con cada uno de nosotros.

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