Warning: Trying to access array offset on value of type bool in /home/oldusermas/public_html/wp-content/themes/Avada/includes/class-avada-head.php on line 329

Warning: Undefined array key 1 in /home/oldusermas/public_html/wp-content/themes/Avada/includes/class-avada-head.php on line 330

Warning: Undefined array key 2 in /home/oldusermas/public_html/wp-content/themes/Avada/includes/class-avada-head.php on line 331

Acerca de Karol Denysse

Ecuatoriana, Cantante e Ingeniera en Artes Comunicativas y Visuales! al servicio de Dios y del Mundo. Aprendiendo a soñar un día a la vez.
19 07, 2018

A ti, perdóname.

2018-07-19T14:03:42-05:0019 julio, 18|

A ti, perdóname.

Hubo casos en los que mi creencia de superioridad moral me apoyó en agrandar un error de tu parte, me disculpo por haber hecho eso. Lamento que el enojo del momento me haya impulsado a ser cruel con mis palabras, pues hoy sé y comprendo que las palabras pueden lastimar más que un golpe.

Lamento también, si ese fue el caso, haber contado lo sucedido a demasiadas personas en un intento de desahogarme; hoy sé que lo correcto y respetuoso hacia ti hubiera sido dejar el asunto solo entre nosotros dos sin ponerme el traje de víctima. Perdón por todo eso, no tenía plena consciencia de lo que hacía.

Te pido perdón por juzgarte, por no comprender tus motivaciones y lo que había en tu corazón, hoy comprendo que no tuve ningún derecho para hacerlo.

Perdón por lastimarte cuando incumpliste mis expectativas, las expectativas que yo coloqué sobre tus hombros sin consultarte.

Perdón por juzgarte cuando tomaste una decisión que a ti te convenía y a mí no. Perdón por presuponer que tenías que pensar en mi antes que en ti mism@.

Perdón por juzgarte y hacerte villan@ de una historia, solo por no tener mi mismo nivel de resistencia ante los retos.

Perdón por juzgarte cuando te arrepentiste de una decisión de vida, perdón por juzgarte cuando elegiste otro estilo de vida.

Perdón por juzgarte, en silencio, al ver tu nombre en la pantalla o simplemente al escuchar tu nombre. Perdón, porque no eres como yo, y porque esa diferencia es grandiosa en ti y yo no la valoré… pero muchas gracias.

Gracias por existir. Gracias por haber estado en mi vida, por hacerme parte de la tuya y enseñarme tanto de mi humanidad en este proceso.

Te deseo felicidad, que puedas convertirte en la mejor versión de ti mism@, que sigas brillando con tu luz y sigas mostrándole al mundo que eres únic@ y que eso vale más que nada. Serás siempre un genial capítulo en mi libro de vida.

De corazón, gracias por todo y perdón.

 

Tomado y adaptado de: Susana Baizabal -Web

4 07, 2018

Hola papá

2019-07-07T23:47:36-05:004 julio, 18|

Sé que con todos los preparativos no he tenido mucho tiempo de estar a tu lado e imagino que este ha sido un proceso algo difícil para ti. Es por eso que hoy decidí escribirte esta carta… Porque tengo mucho por decir y no quiero que olvides esto nunca: Tú eres y siempre serás mi primer amor.

Ese hombre que sintió mariposas al verme por primera vez cuando nací, quien entre sus brazos me hizo sentir la persona más segura del universo y quien me enseñó que estaba bien sentir, llorar, reír y caer… pero que siempre era indispensable levantarse.

A tu lado aprendí a andar en bicicleta, a ser una mujer independiente, a leer y a escribir, tú me enseñaste lo que hace a un hombre grandioso. Gracias a ti supe que no debía conformarme con cualquier persona…

Sé que debe ser complicado imaginar que me voy de casa y que comienzo una nueva familia, pero quiero que sepas que a pesar de tener un nuevo hogar, la casa donde viven mamá y tú siempre será mi casa, siempre será ese lugar al que quiera volver por un abrazo cuando las cosas no estén bien, siempre me sentiré pequeña y segura en su habitación, siempre querré saber de ustedes, contarles todo, pedir ayuda, seguir aprendido a construir mi propio hogar de quienes construyeron el mí.

Y sí, estoy por empezar una nueva familia, pero nada me da más gusto que imaginar que mis hijos tendrán la bendición de llamarte abuelo, de conocerte, de ser tus cómplices. Me dan ganas de llorar de imaginar que serán ellos ahora quienes aprendan de ti a andar en bicicleta, a ser independientes, a leer y a escribir y sobre todo, a ser personas grandiosas.

Papá, eres el hombre de mi vida. Me enseñaste a amar a Dios ya caminar de su mano, gracias por tanto. Y sí, estoy por empezar una vida nueva con él, pero tú sabes que no me uniría por el resto de mis días con un hombre que no supiera llenarme por completo. Él me hace sentir hermosa, me hace recordar lo lindo de la vida, me llena de alegría, siempre está a mi lado y sobretodo, siempre me recuerda la importancia de la familia.

Así que quédate tranquilo papá, estoy en buenas manos, estoy lista para empezar esta etapa nueva, pero por favor, no me dejes nunca. Aconséjame como si tuviera trece años todavía, escúchame como cuando todo iba mal y corría a tus brazos, regáñame cuando sientas que no estoy actuando bien, y sígueme amando como lo has hecho toda mi vida.

Papi, no puedo esperar a caminar de tu brazo hacia el altar, me llena de emoción pensar que llegó el momento de compartir esos pasos contigo, con  mi gran amor.

Te ama,

Tu hija

27 06, 2018

Carta a mi hij@ adolescente

2019-07-07T23:43:32-05:0027 junio, 18|

Querid@ hij@:

Aprovecho esta carta para contarte algunas cosas que me hubiera gustado saber a tu edad, o incluso algunos años más tarde. Quiero que sepas que te quiero mucho y que pienso cada día en ti. Estás siempre presente en mis pensamientos, en mis sueños y en mi corazón.

Quiero que sepas también, hij@, que me siento orgulloso de ti, de quien eres y de la persona en la que te estás convirtiendo. No sé cuándo será la próxima vez que podamos hablar, que podamos vernos. Pero en cualquier caso quiero decirte algunas cosas ahora, pensando que pueden ayudarte en la vida, porque aprenderlas me ayudó a mí.

  • Busca siempre en tu interior, dentro de ti, para saber qué es lo que te gusta hacer en esta vida. Nunca sabemos el tiempo que vamos a vivir, pero sea el que sea, es más limitado de lo que crees ahora. ¿Cómo se busca dentro de uno? Pues, por ejemplo, dedicando tiempo para pensar y reflexionar tú sol@ sobre tu vida y sobre lo que deseas.
  • Haz siempre aquello que te apasione, aquello que te haga vibrar, incluso aunque a papá y mamá no nos guste mucho. Vive tus sueños, nunca los de nadie más, porque ese es el secreto para una vida plena y feliz.
  • Sirve a los demás. Una vida en plenitud es una vida de servicio. Ayuda y apoya a otros, entrégate a aquello que haces, sea lo que sea. Actúa con generosidad, conectado con tu propósito, porque nadie recibe más que aquel que contribuye sin esperar nada a cambio.
  • No te tomes nada demasiado en serio, ni siquiera a ti mismo. Diviértete y ríete, también de ti mismo. Sobre todo cuando te equivoques o cometas errores.
  • Ocúpate de las cosas que dependen de ti (¡no son muchas, pero son las más importantes y más que suficientes!) y no te preocupes de las que no dependen de ti, de aquellas que no puedes controlar.
  • Quiérete sin excusas. Sé siempre amable, respetuos@ y amoroso contigo mism@, incondicionalmente cariño.
  • Arriésgate, hij@. Atrévete a hacer cosas que te dan miedo, que te desafían en tus creencias, que no sabes si las lograrás hacer o directamente crees que no las puedes hacer. Siempre es mucho mejor intentar algo y arrepentirse después si no se consigue, que no hacerlo y arrepentirse por no haberlo intentado.
  • Lee cada día, aunque sea un poco. Leer es vivir otras vidas. Leer te ayuda a pensar mejor, a saber mejor quién eres y quién puedes llegar a ser. Leer te hace libre y grande: abrir un libro para leerlo es como abrir tus alas.
  • Sobre todo, busca siempre a Dios, Él te formó desde el vientre de tu madre, quiere lo mejor para ti y te ama incondicionalmente, y nunca olvides que yo te amo y siempre lo haré.

Eres mi hij@ del alma y siempre lo serás, y no hay nada ni nadie en el mundo que pueda cambiar eso. Estaré siempre disponible para ti, para guiarte, apoyarte o ayudarte, para todo lo que tú necesites.

Cuídate.

Tomado y adaptado: Pablo Tovar- Coach

20 06, 2018

Carta a mi futuro hermano: «El día que nazca».

2019-07-07T23:43:32-05:0020 junio, 18|

Lo primero que quiero decirte es que me alegro de que respondieras “sí” cuando papá y mamá te preguntaron si querías tener un hermanito o una hermanita. Es una pregunta que a mí me parece un poco peliaguda, porque uno siempre suele esperar ilusión, sonrisas y un gran sí de su hijo pero, ¿y si dice que no? ¿Y si responde que no quiere tener un hermano?

En fin, que en tu caso no hubo problema, porque dijiste que sí! Y te agradezco por ello.

Quiero explicarte que dentro de un par de meses mamá empezará a quejarse de que le va doliendo la barriga y te explicará que “ya vengo”, o sea, que ese día naceré. Mamá y papá, seguramente, se irán al hospital para que yo nazca ahí, como también lo hiciste tú (algunos padres no lo hacen así, sino que lo hacen en casa). El caso es que ese día te quedarás con los abuelos, hasta que mamá y papá llamen para decir que puedes venir a conocerme.

Entonces irás al hospital, entrarás a la habitación y allí verás a papá con cara de cansado, pero con una sonrisa enorme, que te cogerá en brazos y te dará unos cuantos besos a la vez que te explicará que ya estoy aquí, con mamá. Me encontrarás con ella, más cansada aún, quizás dormido o quizás cogido a su pecho y papá te acercará para que me veas.

Te aviso ahora, aunque probablemente la pequeña decepción te la lleves igual: seré pequeño, muy pequeño. A ti lo de tener un hermanito te hacía gracia por eso de poder jugar con otro niño como tú, poder correr a su lado y compartir momentos, pero de repente te darás cuenta de que el hermanito es incapaz de hacer todo eso. Dame tiempo, creceré como tú lo has hecho y compartiremos juegos, alegrías y penas (y en los primeros años las penas serán unas cuantas, porque nos costará ponernos de acuerdo en muchas cosas).

Podrás acariciarme, pero te dirán que con cuidado, porque “soy muy pequeñín”. También te convertirás pronto en un buen ayudante para mamá y papá, ya que harán lo posible para integrarte en ese nuevo equipo: mamá-papá-hermanito que se acabará de crear, desconocido para ti, pero no necesariamente negativo, aunque sí bastante necesario. Es una relación que se creó también contigo, cuando eras pequeño.

Puede que en algunos momentos cueste, puede que no lo lleves muy bien. Lo entiendo, y lo siento, por la parte que me toca, pero tranquilo, que papá y mamá lo entenderán también. Habrá momentos en que te quejes, en que llores, en que te comportes como hacía tiempo que no lo hacías y es lógico, porque será la manera de hacer ver a papá y mamá que tú también les necesitas todavía y mucho. No quiero con esto decirte que tengas que hacerlo siempre, pero sí cuando sientas que lo necesitas, sí cuando no sepas cómo explicarles que tú también quieres que te hagan caso, sí cuando quieras saber hasta qué punto ellos te siguen queriendo “mucho, muchísimo”.

Voy a crecer, empezaré a jugar contigo, romperé una que otra cosa, te enojarás una que otra vez; pero tengo la confianza que la nuestra será una relación maravillosa, eso es lo que siempre escucho decir a mamá y papá.

Desde ya te amo, tanto, que me fijaré muchísimo en ti para aprender a vivir. Te seguiré allá donde vayas, te acompañaré en los juegos aún cuando no lo esperes y te imitaré en muchas cosas, como formando equipo, incluso en las cosas que molestan a mamá y papá. Será nuestra relación especial, nuestro punto de encuentro, serán esas cosas en común que sólo tú y yo entenderemos, porque sólo tú y yo seremos hermanos. Te veo pronto. Te amo.

 

Tomado y adaptado de: Bebés y más/web

13 06, 2018

Papá

2019-07-07T23:47:36-05:0013 junio, 18|

Me es extraño llamarte así. No sabes lo mucho he preguntado por ti, sobre todo ahora que estoy en pleno desarrollo y que veo que mis compañeros tienen mamá y papá, mientras que yo solo tengo a mamá. Me pregunto noche a noche la razón de tu abandono, de tu falta de coraje y de valentía al no  hacerte responsable de mí… ¿Por qué huíste y me dejaste cargando con aquella frase que debo repetir a cada rato: “no tengo papá”?

Ni te imaginas cómo se siente, o cuántas veces te he necesitado y al mismo tiempo he sentido rencor, pero he aprendido que con eso no gano nada, por eso te escribo esta carta.

Papá, realmente sé muy poco de ti. No he querido preguntarle mucho a mamá, esa mujer que ha sido increíble. Te sorprendería lo grandiosa que es, aunque quizá lo sabes muy bien.

Quizá pienses que quiero hacerte algún reclamo, o decirte que te odio y que eres el peor padre, pero no es así. Por el contrario. Quiero hacerte saber que te perdono, de corazón.

Perdono tu ausencia que me hizo una persona más fuerte, independiente, perseverante y por supuesto, valiente. Te perdono porque, honestamente aquí estoy, viva.

Además de mamá, alguien supo llenar tu lugar: el abuelo. Él estuvo presente en cada celebración y siempre con orgullo dije que él era mi segunda mejor opción, la mejor que Dios me dio. Y como él ya era padre, no le fue difícil educarme, y lo ha hecho bien.

¡Sabes! Es un gran hombre, de gran corazón, y tan grande así que jamás me habló mal de ti.

Él me enseñó a ser agradecida, noble, a compartir lo que tengo con los demás. Me enseñó a luchar por mis ideales, a no rendirme, a levantarme después de cada caída y a sonreír siempre. Me enseñó a ser fuerte, a no sufrir por insignificancias y a valorarme, a no sentirme ni menos ni más. Me enseñó simplemente a ser yo.

Te perdono por todo, porque gracias a ello yo soy quien soy: una persona grandiosa que se esfuerza por ser mejor. Gracias a ti, de cualquier manera, comprendo cuál es el tipo de hombre que quiero, no solamente para mí sino como padre de mis hijos. Te perdono papá, porque aquel dolor en algún momento terminó haciendo de mí alguien invencible, porque gracias a ti es que he aprendido a perdonar, ¡he aprendido a perdonarte!

No arruinaste mi vida con tu partida. Mi vida continuó, aparecieron personas maravillosas que me enseñaron lo hermoso de vivir. No puedo decir que mi vida haya sido mala solo por no estar tú en ella. Por el contrario, he sido feliz. Puedes estar tranquilo. Continúa con tu vida en paz y no te atormentes por mí, porque yo te he perdonado. Dios me enseñó que Él es el mejor padre y me ha extendido su amor sanador.

Realmente espero que tu vida haya dado un vuelco y que seas tan feliz, pleno y dichoso como lo soy yo. Te perdono por ser el hombre que me engendró, te perdono porque quiero ser libre, y por si algún día nos vemos, pueda saludarte con el alma limpia.

Hasta siempre. Tu Hija.

Tomado y adaptado de: Econsejos/ Gabriela Ribeiro.

6 06, 2018

Gracias Señor.

2019-09-09T00:15:15-05:006 junio, 18|

 

Hoy quiero darte gracias y no sé bien porqué.

Tal vez sea que comienzo a darme cuenta que estás conmigo constantemente y me haces fácil recurrir a tu presencia en mí. Gracias Padre.

Comienzo a descubrir que es en los momentos de dificultad, cuando el ánimo no termina de despegarse del suelo, o cuando la ira me invade y trata de dominar mi conducta… es ahí cuando más fácil me lo pones, cuando de nuevo vuelves a abrirme la puerta para decirme, “aquí estoy, refúgiate en mí”.

Y lo más importante, Padre, es que me doy cuenta que tu gracia no se esconde, quizá sea yo quien no sabe, no quiere o no tiene capacidad para descubrirla más a menudo. Me la pones por delante con una generosidad irrazonablemente real y yo no termino de asimilarla.

Estos días una persona me daba mil gracias ¡a mí! porque la había hecho feliz el oírme contar lo que me estás enseñando, y me doy cuenta que esa es una nueva lección que me das, pues me estás usando para aportarle una pizca de sal que condimente su alma. Me usas para seguir generando amor y motivar a que siga en ebullición ese cariño que lleva dentro y que tan bien se está cociendo en su interior para que la disfrute su familia, de sangre o de fe. Te traslado su agradecimiento que no me pertenece a mí, es para ti.

Otro día más sin saber qué iba a escribir, he recurrido a esta carta para reconocer que estás en todo, en los detalles de tu creación, en los del corazón, en todo lo que miro, escucho, percibo y disfruto.

¿Y yo? Solo quiero darte las gracias.

Tomado y adaptado de Lázaro Hades/web

30 05, 2018

Carta a mis niños.

2019-07-07T23:43:32-05:0030 mayo, 18|

No sé por dónde empezar. Me cuestiono mis decisiones pasadas, me cuestiono los momentos más bonitos de mi vida y el regalo más hermoso que sin duda he recibido: ustedes.

Son unos aventureros exploradores, fuertes, intrépidos, juguetones, luchadores, divertidos, inteligentes, inconformistas, peleones y sensibles. Son totalmente diferentes el uno del otro, pero tienen esto en común: luchan por lo que quieren.

Me encanta que sean así. Si siguen luchando con toda esta fuerza, cuando sean mayores lograrán cada uno de sus sueños.

¿Saben? A veces siento no ser capaz de ser lo mejor para ustedes, los veo ¡tan pequeños y tan grandes a la vez! Necesitan tanto de mí y yo quisiera darles el mundo entero.

Luego miro al cielo y recuerdo que Dios me trajo aquí para ustedes, o más bien a ustedes los trajo para mí; para amarme a través de sus vidas y enseñarme a ser fuerte, valiente y buena.

Son mi mayor enseñanza de amor.

Me enseñan tantas cosas, a amar, a perdonar. Son mi motor al despertar, me enseñan a ser mejor  para poder darles lo mejor. No soy perfecta, y les pido perdón por las veces en que me equivoco; pero de algo pueden estar seguros, los amo, y cuidare de ustedes, aun cuando sus manos ya sean más grandes  y un día ya no vivan en esta casa.

Mientras tanto, rían, corran y disfruten, sean responsables y esforzados, pero sobre todo, sean felices.

Dios y yo, siempre estaremos aquí para acompañarlos, animarlos, abrazarlos y consolarlos.

Los amo.

23 05, 2018

A ustedes, gracias.

2018-05-23T08:40:24-05:0023 mayo, 18|

Quiero hablarles a ustedes. Sí, saben quiénes son. Es solo un pequeño mensaje que ha sido fruto de una reflexión. Si recuerdan, un día sin planearlo, nos conocimos, sin saber que Dios nos tenía diseñado  un caminar de su mano.

Gracias por existir, gracias por caminar a mi lado. Gracias por decirle sí a Dios y por un buen día mostrarme ese amor, no solo con palabras sino con sus propias vidas.

Yo sé que no ha sido fácil en muchos momentos, pero gracias por no desistir conmigo!  Por su entrega, por ofrecer su amistad sin reservas, por cada acto de amor que han tenido.

Gracias por cada palabra de ánimo, por cada corrección, por cada risa compartida, lágrima sostenida, palabra de aliento. La vida se hace más fácil si se vive en familia y eso son ustedes para mí.

Bien dice la biblia que quien ha encontrado un amigo ha encontrado un tesoro, y yo los he encontrado a ustedes, y cada uno en particular, es un tesoro para mí.  Cada uno es edificante hasta con sus risas y chistes extraños.

En el camino vamos conociendo a diferentes personas, unas se quedan, otras se van… Pero todas nos enseñan algo, algunas a conocernos, a identificar qué queremos en la vida, a perdonar y pedir perdón. Sin embargo, hay un tipo de personas que se distinguen entre todas.

Esas que te enseñan tu valor, que parecen que son un verdadero ángel que Dios nos regala para ser felices, esas personas que te enseñan a amar y dejarte amar, tal cual eres. Son mejor conocidos como amigos, hermanos. Ustedes son verdaderos amigos y hermanos que Dios, en su infinito amor, me ha querido regalar. ¡Qué bendición es vivir a su lado!

Quiero ser eso que ustedes fueron y son para mí, una palabra a tiempo, un café oportuno, una conversación que me permitió conocer al que sana y libera, a Jesús.

Gracias, por tanto.

15 05, 2018

Carta a mi Familia.

2019-07-07T23:43:32-05:0015 mayo, 18|

Todos creen tener la mejor familia, pero nosotros sí que la tenemos, por eso, porque nos tenemos. Todo lo que soy hoy se lo debo a Dios y a Uds.
A cada sueño, sacrificio y trabajo que hemos realizado.
A mis padres por ser un ejemplo de amor saludable, por enseñarnos a amar a Dios y a valorar a las personas. A ustedes no les quedaron grandes las palabras: Papá y mamá.
Tener a dos padres así, que entregan amor y pasión diaria, que están siempre en las buenas y en las malas unidos contigo, pendientes de todo lo que te rodea, que te ayudan a levantarte y te aconsejan para no caer en lo mismo, que lloran y ríen contigo; tenerlos para mí se llama FELICIDAD.
A mis hermanos por regalarme el privilegio de entender cómo se siente tener que compartir, cuidar y proteger la vida y el corazón de alguien más que no soy yo. Por sus abrazos y besos en cada circunstancia difícil. Porque cada vez que algo me agobia o me llena de alegría lo primero que quiero es llamarlos y contarles.
Mi familia gracias a Dios es de las que funcionan. Y por muchos obstáculos que existan, hasta ahora hemos encontrado salida. No quiere decir que no tengamos problemas, claro que sí, la vida no es fácil, pero es mejor superarlos juntos que solos, así la cuesta arriba se hace más corta y fácil.
Dios nos bendijo con este templo llamado hogar, y por muy agotador que se haya hecho el día, siempre merece la pena continuar o en algunos casos, volver a empezar. Verlos bien me complace y me da fuerzas para seguir dando pasos.
Una vez más puedo afirmar, que “la UNIÓN hace la fuerza”. .
Como los admiro, como los respeto, como los amo.

8 05, 2018

Gracias MAMÁ

2018-05-08T09:09:11-05:008 mayo, 18|

Cuando era niña creía que eras una especie de superheroína, de eso ya hace mucho tiempo, hoy estoy plenamente convencida de que lo eres. Titulada en amor, en cada momento te has hecho cargo de mis heridas en las rodillas y en el corazón, curando con tus besos todos mis dolores.

Mamá, fuiste mi niñera, mi enfermera, mi confesora, mi maestra, mi eterna compañía. Siempre has sabido cómo sellar mis desvelos y mis preocupaciones, algún día me contarás cómo adquiriste esa gran habilidad.

Eres fuerte, aunque a veces te sientas vencida, veo en tus ojos que las batallas del día a día y de la vida nunca te han doblegado. También sé que ya nunca lo harán, porque tu valentía y tu fuerza han servido para sacar adelante a una familia, eso tiene un poder inmenso.

Tu amor es el culpable de que no me conforme con cualquier cosa, de que siempre quiera más y de que necesite reaprender a mirar la vida con cada puesta de sol. Has predicado con tu ejemplo los valores más importantes que hoy tengo y que siempre conservaré: a amar con todo mi corazón, a tener una mano para dar y otra para recibir, a ser humilde y a sentirme orgullosa de mí misma y de mi familia.

Has luchado contra viento y marea, has calmado las más siniestras tempestades y aunque te haya hecho daño con mi indiferencia o mi inconsciencia muchas veces, siempre he tenido un hueco para cobijarme a medio camino entre tu corazón y tus brazos.

Gracias a ti hoy sé que mis logros me pertenecen y que mis sueños no tienen fecha de caducidad. Y cuando más pequeña me he sentido, más me has acurrucado, llenando con tus besos el vacío que la desesperación provocó. Gracias por colmarte de paciencia a la hora de hacerme ver mis errores y por tener esa fuerza sobrehumana con la que siempre consigues descargar mi espalda para que no sufra.

Eres mi mayor privilegio y mi mejor regalo.

Porque has aprendido a hacer todo con una sola mano, porque has “dormido” con un ojo abierto hasta que has oído que llegaba a casa después de una salida,  porque me has dado tu trozo de pastel, porque te has aprendido el nombre de cientos de muñecos, porque has tenido la paciencia de conocerme hasta saber qué es lo que pienso y siento.

Gracias por ser la maestra de mi vida, por convertirte en mi ángel, por hacer mi carga más ligera, por entregarme tu corazón lleno de amor verdadero y darme el impulso para alcanzar lo imposible. Dios te bendiga, te recompense y te tenga a mi lado, el mayor tiempo que pueda.

Te amo.

Tu hija.

Realiza tu donación mediante Transferencia Bancaria

Mi promesa de Donación: Eres parte de HCJB

Donaciones mediante depósito o transferencia:

Realiza tus donaciones directamente o en línea en cualquier agencia del Banco del Pichincha. Cuenta de ahorros Banco Pichincha # 22 02 49 71 71
Para transferencias bancarias: Por favor indique el número de RUC 1792518601001 Misión HCJB La Voz de los Andes Ecuador.
Notifique su depósito al correo: misioncompartida@hcjb.org
¡Atención! Por favor copie bien este número de cuenta y asegúrese de escribirlo correctamente al momento de su depósito.
Haz tu donación en línea con tu tarjeta de crédito o débito nacional o internacional con total seguridad a través de nuestro portal de donaciones Haz clic aquí

Donaciones mediante depósito o transferencia:

Realiza tus donaciones directamente o en línea en cualquier agencia del Produbanco o Servipagos. Cuenta de ahorros Produbanco # 12 00 58 38 84 9
Para transferencias bancarias: Por favor indique el número de RUC 1792518601001 Misión HCJB La Voz de los Andes Ecuador.
Notifique su depósito al correo: misioncompartida@hcjb.org
¡Atención! Por favor copie bien este número de cuenta y asegúrese de escribirlo correctamente al momento de su depósito.
  • Débito bancario: Realiza tu donación por medio de tu cuenta bancaria del Pichincha o Produbanco llenando los datos solicitados en el formulario. Envía el documento firmado al correo electrónico misioncompartida@hcjb.org o entrégalo en nuestras oficinas.

Descargar Formulario: Click Aquí