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Acerca de Jimmy Sarango

Parte de HCJB como escritor de reflexiones, conferencista, productor y locutor radial.
9 06, 2017

¡Cómo me cuesta pedir perdón!

2019-09-09T00:15:57-05:009 junio, 17|

Debo reconocer algo: me gusta tener la razón.

Desde el cavernícola que viviá en las cuevas y quería tener la razón sobre otras tribus, hasta el oficinista que debe defender su propuesta frente a sus directores, siempre hemos querido tener la razón. No nos gusta equivocarnos y para esto, preparamos argumentos, explicaciones, estrategias, tácticas e ideas. Querer ganar siempre a cualquier precio, de por sí, es un problema, pero también es un gran problema cuando nada de eso sirve y nos equivocamos.

¡Cómo me cuesta pedir perdón!

Si no funcionaron las ideas y estrategias, enseguida recurro a otras ideas y más técnicas que me permitan ganar, pero la verdad es que eso podría funcionar en el fútbol, pero no cuando es un corazón el que está en juego. Nos cuesta callarnos, dejar nuestra súper planificación y decir «Es verdad, me equivoqué, perdón». Queremos retrasar y evitar ese momento.

Otra estrategia que utilizamos es decir «Sí, me equivoqué, perdón, pero tú el otro día me dijiste…». Eso no es pedir perdón, es aplicar una nueva estrategia: la de hacer culpable al otro.

¿Y entonces?

Por más que nos cueste, necesitamos cerrar la boca un rato, respirar y decir «Dios, ayúdame, no quiero decir nada que no deba. Mis emociones me están ganando». El siguiente paso es pedir un momento, o pedir perdón. Lo sé, el orgullo pierde, pero es preferible perder una pelea que perder a las personas que amamos.

Es preferible perder una pelea que perder a las personas que amamos.

 

2 06, 2017

Nos apresuramos porque desconfiamos

2019-09-09T00:15:58-05:002 junio, 17|

Recuerdo claramente dónde estaba hace un año, quiénes eran las personas que me rodeaban, las situaciones que afrontaba y las alegrías que estaba viviendo. De verdad, me cuesta creer que ya ha pasado un año.

¿Por qué escribo sobre esto? Porque recuerdo que hace un año pensaba «Jimmy, ¿y si mejor postergamos esta decisión hasta dentro de un año? Podrías arreglar ciertas cosas en este tiempo primero y luego decidir” (de verdad pensé que debía esperar un año para ciertas decisiones). Y pensaba que era imposible, que era demasiado tiempo, digámoslo así: que estaba muuuuuuy lejos. Yo creí que debía hacer en ese momento lo que consideraba porque no había tiempo, porque tenía ser así, y un año después me doy cuenta que hay cosas en la vida para las que no hay apuro.

Ustedes me conocen, en todo yo encuentro una reflexión de parte de Dios para mi, y en esta ocasión fue de las dolorosas: confianza.

En estas semanas entendí que, cuando nos apresuramos es porque desconfiamos. Quizá no lo piensas así “Hoy voy a desconfiar”. Nos desespera no tener en nuestras manos el control, tomamos decisiones precipitadas basadas en la conveniencia o en los hechos momentáneos y no en el sentido común. Dejamos de lado lo que pregonamos los creyentes: la confianza en Dios.

Cómo cuesta mirar las consecuencias de las decisiones apresuradas. Duelen, incomodan, y también desafían a vivir de manera diferente.

Si estabas pensando en esperar un poco sobre ciertas decisiones, no está mal. No caigas en ese cuento de que todo tiene que ser ahora “por si no hay mañana”. Es cierto, debes decir te quiero, debes caminar a tus metas. Hay situaciones que requieren una respuesta y una de ellas es “espera”. No creas que el tiempo se termina y que tus superplanes moverán el universo “para que conspire a tu favor”, por favor no caigas en ese juego (de verdad, hay demasiados cristianos que viven con la idea de que Dios depende de ellos para cumplir su soberana voluntad, se olvidan de que se llama Dios porque… ¡es Dios!). Si debes pausar, hazlo. Si debes esperar, hazlo. Una semana, un mes, un año, el tiempo que sea necesario. Un año es así de breve.

Tan breve es nuestra vida que Dios ya conoce cómo empezó y como terminará; la clave en este camino es confiar en él cada día, en cada pasito, en cada decisión, recordando que nuestros tiempos no son sus tiempos, que nuestro reloj va más lento que el suyo. Él ya estuvo allá, donde tú debes llegar. Su tiempo, mi querido lector, es perfecto.

[Y su reloj nunca se atrasa, aunque a veces demora siempre está a tiempo.]
19 05, 2017

¿Puedo seguir a Jesús y no confiar en él?

2019-09-09T00:13:45-05:0019 mayo, 17|

¡Qué fácil es decir que confiamos en Dios!
¡Qué complicado es que eso sea realidad!
Y en medio estamos nosotros, a veces confiando, a veces dudando. A veces solo ponemos en sus manos ciertas cosas y otras no. A veces Dios es Dios, y otras veces lo tenemos solo como un amuleto; es como ser cristianos pero ateos.

Un cristiano ateo es el que clama a Dios en la mañana porque necesita un taxi urgentemente, pero que le pide que desaparezca durante unas horas porque lo que va a suceder no es de su incumbencia. Es aquel que necesita alguien a quien echarle la culpa de lo que pasa (¡Dios porqué permitiste eso!) pero se queja de que no pueda hacer lo que le da la gana porque el libro sagrado lo condena. Ese es un cristiano ateo, y hoy me veo en un espejo en este post.

Los cristianos ateos somos aquellos que cantamos a Dios, oramos a Dios, pero no confiamos completamente en él. Aprendemos de él pero no tenemos la intención de permitirle ser nuestro Dios, nuestro Señor, nuestro guía. Es un amuleto, una presencia, un amigo, todo menos lo que realmente él es: el Dios soberano del universo.

Hay cosas que debemos reconocer para abandonar esta condición

  • Dios es soberano: No requerimos explicaciones de parte de Dios para saber lo que hará, para aprobar o desaprobar sus planes.
  • Dios es fiel: Siempre buscará lo mejor para nosotros. Nunca mintió y no lo hará.
  • Dios es bueno: Y esto significa que su bondad nos rodea, pero no es un compinche. Su bondad no quiere decir que satisfache nuestros caprichos, sino que nos cuida como la gallina a sus polluelos, como lo dijo el rey David.

Escrito por: Jimmy Sarango | www.jimmysarango.com

 

12 05, 2017

Mamá, ¿puedo besarme con mi amiga sin ser su novio?

2019-09-09T00:15:59-05:0012 mayo, 17|

#Fail.

Recuerdo el día que le dije a mi mamá “Mami, cuando tenga 18 años ¿puedo tener novia?” Ella me preguntó “¿Y para que quieres una novia?” No recuerdo mi respuesta, quizá no la tenía, pero ese no es el punto, sino cómo ha cambiado nuestra perspectiva de las relaciones sentimentales.

Me parece que hemos llegado a una época en la que el método Google se ha filtrado en toda nuestra vida. ¿Qué es el método Google? Es buscar lo que quieres y obtenerlo en el menor tiempo posible. Algunos viven su vida sentimental así. Ouch.

La niña que soñaba con una historia de amor ahora prefiere un par de besos sin compromiso, al igual que el jovencito busca sumar nombres a su lista de conquistas, porque eso hace de él un varón respetable, un macho castigador.

Te imaginas la reacción de tus padres si un día les dices:

Papá, mamá, les presento a…
-¿Tu novio?
Ehmmm no, es mas bien…
-¡Tu enamorado!
Ehhhm, no, él es…
-¡El chico que viene a pedirnos permiso para salir contigo! ¡Que caballero!
Ehmm, no, mas bien es un amigo que conocí hace una semana, nos besamos cuando nos vemos, pero no quiere nada serio conmigo. ¿Me das dinero para ir al cine y besarme con él aunque en dos semanas ya estará con alguien más?

Muchos dirán “Jimmy es preferible un amigo con derechos porque en una relación sentimental puedes salir herido”. Quisiera decir que es verdad, pero no lo es. Esa idea griega de que podemos separar el cuerpo y el alma no es cierta, somos seres integrales, todo lo que hacemos a nivel emocional influye en lo físico y viceversa.

En las iglesias cristianas han usado hasta el cansancio la frase “guarda tu corazón” para impedir que los chicos se enamoren. Nos han dicho que cuidemos nuestro corazón, pero se olvidan de enseñarnos cómo hacerlo. Ahí entra el consejo de los padres, de personas que nos quieren, y obviamente, conocer qué es lo mejor para nuestra vida y lo que Dios quiere para nosotros.

El punto de Proverbios 4:23, donde está guarda tu corazón porque de él mana la vida quiere decir que lo cuides como lo que es: el motor de la vida, no solamente para el cuerpo sino para el alma. Es como cuidar un botellón de agua limpia para que no se metan impurezas o agua contaminada, lo cuidas porque vas a vivir de él siempre.

Si tú dejas que tu corazón sea contaminado, vivirás de una fuente contaminada. Y si tus padres te recomiendan esperar, alejarte de alguien, debo reconocer que la mayoría de veces tienen la razón.

Un beso dura un momento, el amor es para siempre.

5 05, 2017

Cristianos 1100

2019-09-09T00:13:47-05:005 mayo, 17|

Resulta que los teléfonos celulares ahora sirven para todo menos para lo que fueron creados: envían fotografías de cientoquinientos millones de megapíxeles, traen juegos 5D, graban el video del cumple de tu abuela en HiperHD, pero la mayoría de ellos no tienen crédito para hacer llamadas ni enviar mensajes. Extraño el teléfono monedero.

Yo soy el propietario de un teléfono demasiado inteligente, es tan inteligente que decide cuando quiere estar prendido y cuando quiere estar apagado, cuando quiere tomar fotos y cuando no. Toma decisiones propias que ni yo me atrevería a tomar. Rayos. Pero, aún con toda la pantalla HD y su super cámara, no puede hacer una simple llamada. Tiene jueguitos y aplicaciones, tiene fondos de colores y música por montones, pero el momento de hacer una llamada se aturde y no sabe qué hacer.

Los cristianos cada vez nos asemejamos más a los smartphones: no hacemos lo que deberíamos hacer, no estamos cumpliendo la función para la cual fuimos creados. Mucha música, mucho evento, muchas palabras y poses aprendidas de otros, pero el rato de ser luz… nanai. Nanai es una palabra que significa: nada de nada.

Recuerdo el Nokia 1100, era un teléfono con una particularidad. Además de hacer llamadas y enviar mensajes, traía una linterna muy práctica. Se activaba con un botón e iluminaba una gran área. La mayor característica de ese teléfono era la linternita.

En lugar de ser cristianos smartphone deberíamos ser cristianos 1100, que se caracterizan por ser luz, y no por todas las prestaciones y asombrosas cualidades. Lo único que un cristiano está llamado a ser es luz. Y si no iluminas donde estás, simplemente no sirves, no funcionas.

No importan lo que hagas: si cantas en tu iglesia, predicas o utilizas camisetas que digan Jesús; si no cumples tu función te convertirás en algo asombroso pero inútil para lo que fue pensado. Y ojo, no se trata de alumbrar a los iluminados, una luz sirve en la oscuridad, no en un local de lámparas. Si eres luz en tu iglesia es como ir a vender pan a un panadero. Ilumina donde te necesitan, en la oscuridad.

Mateo 5 dice:

Ustedes son como una luz que ilumina a todos.

…la conducta de ustedes debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo.

 

Escrito por: Jimmy Sarango
Fuente: http://www.jimmysarango.com/cristianos-nokia-1100/

 

28 04, 2017

El Cristiañol, el idioma de los cristianos

2019-09-09T00:13:48-05:0028 abril, 17|

¿Se han dado cuenta que la gente en la iglesia dice palabras muy extrañas? El otro día estuve en la iglesia, como un visitante más, escuchando, mirando, y encontré cosas muy curiosas. Hay tantas palabras y expresiones que no tienen sentido a menos que las conozcas anteriormente. Al parecer en la iglesia hablamos cristiañol y no el idioma de la gente común y corriente.

He recopilado un par de expresiones que escucho y que me sorprendieron porque no se entienden la primera vez que las escuchas:

  • ¿Cómo te sentirías si te digo que necesitas ser lavado con la sangre del cordero?
    -¡Pero si hoy me bañé! ¿Y si mejor me lavo con agua?
  • ¿Qué pensarías si te digo que son tus concupiscencias las que te llevan a hacer lo que haces?
    -Concupi… ¿que?
  • Cuídate del enemigo
    -¿El enemigo? ¿Cuál enemigo? ¿Bin Laden, el sistema, quién?
  • Vamos a honrar al Señor con nuestras primicias
    -¿Qué?
  • El cordero inmolado descendió de su trono para que tengamos acceso al Padre
    -What!?

Yo lo llamo «cristiañol», la mezcla de cristiano y español. Es ese vocabulario que sólo entendemos los cristianos. No te sorprendas de que la gente no te entienda cuando les hablas de Dios, si les dices que la sangre del cordero inmolado va a limpiar su ser, probablemente se imaginen un corderito degollado o en el mejor de los casos no te entenderán nada.

Cuando Jesús hablaba con la gente usaba ejemplos tan comunes como la siembra, la búsqueda de una moneda, de un tesoro, de dos hijos y su padre, entre otros. Deja de hablar cristiañol y empieza a comunicarte con la gente en su idioma.

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Si la gente escucha la palabra de Dios, podrá creer, pero si no te entienden no sucederá. Empecemos a hablar como la gente, por favor.

21 04, 2017

«Estoy esperando el tiempo de Dios»

2019-09-09T00:16:02-05:0021 abril, 17|

Te gusta, le gustas. Comparten tiempo juntos. Disfrutan la compañía del otro. Sus familias los conocen y sus amigos saben que hay química entre ustedes, pero pasa el tiempo y, aunque uno de los dos quiere dar un paso más, el otro se niega porque está «esperando el tiempo de Dios».

¿Qué quiere decir que alguien está esperando el tiempo de Dios? Muchas veces es un pretexto, falta de iniciativa, temor, falta de interés. Mientras lees, de seguro dirás «Pero Jimmy, yo sí estoy esperando en el tiempo de Dios» y yo te diré que está bien esperar, pero si enamoraste a alguien para luego no estar con esa persona, entonces has hecho algo que lastima a otro.

Probablemente dirás «Yo si le quería pero me doy cuenta que soy muy joven» o la otra que he escuchado «Es que ahorita debo dedicarme al ministerio». Nuevamente te diré que entonces lastimaste a alguien por no hacer las cosas en orden. Si no era tiempo de ilusionar a alguien ¿por qué lo hiciste? ¿Buscabas aceptación?, ¿él o ella eran un desafío para ti?.

Si bien es cierto, Dios hizo todo para un tiempo, para una etapa de tu vida, pero también te dio la capacidad de orar y elegir. A todas las chicas que quieren un hombre como esos predicadores famosos debo recordarles que cuando sus esposas se fijaron en ellos, ¡aún no eran famosos! Un gran hombre no tiene detrás a una gran mujer, la tiene a su lado. Dios te dio la capacidad (de nuevo) de proyectar y elegir. Esto es para chicos y chicas.

Date la oportunidad de conocer a esa persona interesante que te llama la atención, hazlo con cautela, procurando no dar señales equivocadas ni viviendo una amistad que parece más un noviazgo. Conoce a esa persona, y si en esa espera te das cuenta que es alguien con quien realmente compartirías tu vida hasta el último día, empieza a orar para tener claridad y saber si ese es el camino a seguir. Y si esa persona se echa para atrás o decide no caminar contigo, confía en que Dios está contigo, cuando decides bien y cuando te equivocas también. Escribe Salmos 32:8 en tu corazón:

Yo te voy a instruir; te voy a enseñar cómo debes portarte. Voy a darte buenos consejos y a cuidar siempre de ti.

El tiempo de Dios no funciona con calendario o reloj, sino con corazones dispuestos a caminar aún sin conocer el camino. Recuerda que en ese caminar él promete cuidar siempre de ti.

18 01, 2017

«No te voy a fallar nunca más»

2019-09-09T00:14:08-05:0018 enero, 17|

Siempre que había alguna reunión especial en la iglesia; una de aquellas reuniones cuando te recuerdan todos tus pecados, los habidos y por haber, la noche terminaba con muchas personas de rodillas, con lágrimas en los ojos, emocionados o confrontados (más emocionados que confrontados). Y yo, normalmente, en alguna de aquellas situaciones le decía a Dios en una oración “Dios, nunca más te voy a fallar“. Lo que no sabía era que en la niñez, adolescencia, juventud y madurez, la palabra nunca dura muy poco.

Descubrí que a veces nunca duraba una semana, a veces 2, a veces 3. Y cuando me equivocaba nuevamente, o en el término incumplido en la promesa, cuando le fallaba me ponía mal. Me sentía avergonzado de no ser un “buen hijo de Dios” (Porque los cristianos hemos creado categorías: Mejor hijo o Peor hijo), de no haber podido cumplir con la palabra, y con el temor de que cucos e infiernos me caerían encima (no cuestiono que exista o no el infierno, ya escribiré sobre eso… algún día). Me sentía el peor cristiano del mundo, y nadie, hasta ese momento me había explicado que Dios no estaba esperando a que me equivocara, no me dijeron que él prefiere que no haga promesas tontas, sino que decida caminar cada día un paso más. Ejemplo?

Al día siguiente, al amanecer, Jesús regresó al templo. La gente se acercó, y él se sentó para enseñarles.

Entonces los maestros de la Ley y los fariseos llevaron al templo a una mujer. La habían sorprendido teniendo relaciones sexuales con un hombre que no era su esposo. Pusieron a la mujer en medio de toda la gente,

y le dijeron a Jesús:

—Maestro, encontramos a esta mujer cometiendo pecado de adulterio. En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas. ¿Tú qué opinas?

Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo. Sin embargo, como no dejaban de hacerle preguntas, Jesús se levantó y les dijo:

—Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra.

Luego, volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el suelo. Al escuchar a Jesús, todos empezaron a irse, comenzando por los más viejos, hasta que Jesús se quedó solo con la mujer. 10 Entonces Jesús se puso de pie y le dijo:

—Mujer, los que te trajeron se han ido. ¡Nadie te ha condenado!

11 Ella le respondió:

—Así es, Señor. Nadie me ha condenado.

Jesús le dijo:

—Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar.

(Juan 8:2-12 / Traducción en Lenguaje Actual –  Copyright © 2000 by United Bible Societies)

Jesús no condena, perdona. Y si te dice no vuelvas a pecar, no es porque tenga ganas de mandarte al infierno, sino porque no quiere verte avergonzado, triste, preocupado, cabizbajo. Si te dice no lo hagas de nuevo, es porque él sabe que no te hará ningún bien. Y eso no se logra de la noche a la mañana, es un proceso, paso a paso.

Debemos recordar que el camino se recorre paso a paso. En lugar de decir «nunca más» puedes decir «hoy no», y mañana repetirlo. Un día a la vez, un paso a la vez. Las grandes carreras se culminan un paso a la vez.

Ya no prometo no fallar, ahora le pido fuerzas para cada día ser diferente, si me equivocaba 10 veces, hoy lo haré 9 veces. El esfuerzo cuenta, como dijo Pablo: Prosigo a la meta. (Filipenses 3:14)

Escrito por: Jimmy Sarango | www.jimmysarango.com

11 01, 2017

Cuando tus planes no son los planes de Dios

2019-09-09T00:14:09-05:0011 enero, 17|

¡Qué difícil es cambiar de dirección! Habías establecido la ruta, los lugares que visitarías, el tiempo que te tomaría, las provisiones para tu viaje, sincronizaste los mapas y recorridos en tu teléfono inteligente, calibraste el GPS, imprimiste un mapa en caso de que tus dispositivos se queden sin batería, y de repente… cambio de dirección.

Me pasó hace diez años, y cambió toda mi vida.

Mis papás me habían comprado un sintetizador cuando era niño. Mi papá me enseñó las notas musicales y aunque solo sabía eso, disfrutaba pasar tardes tocando y jugando en el sintetizador. A los 9 años empecé a tomar clases de música y me iba muy bien. Tenía aptitud.

Desde aquel momento mi respuesta ante la pregunta ¿qué quieres ser de grande, qué vas a estudiar, era “Voy a estudiar música”, “Me voy a dedicar a la música”. No tuve otro sueño que me llenara tanto como el de dedicarle mi vida a la música.

En la adolescencia me preparé aprendiendo más instrumentos y más teoría musical, aunque de manera empírica. Hasta que un día llegué a los 18 años y apliqué para una beca en música otorgada pór una de las universidades más caras de mi país. Aún con la beca, no podíamos cubrir los costos que implicaba mi sueño.

Lloré, me enojé, me resentí con Dios. Recuerdo que un día le dije ¿Para qué me diste el talento si no me ibas a dar los recursos para perfeccionarlo? Creí que Dios se había burlado de mi.

Me tomó años entender que Dios cambió la dirección de mi vida porque probablemente ese camino me llevaría muy lejos del destino al que debía llegar. Renuncié al sueño de ser músico, porque era más fuerte el sueño que mi deseo de que Dios hiciera su voluntad en mi vida. Empecé a estudiar otra carrera que alguna vez me interesó: Diseño Gráfico. Por haberme capacitado en eso tuve la oportunidad de ser parte de Radio HCJB, además de trabajar con mucha gente talentosa que contribuyó a mi crecimiento y me ayudó a cambiar la dirección de mi vida, que obviamente Dios había trazado antes.

Han pasado diez años, y puedo decir que Dios echó a perder mis planes, pero mantuvo su plan en mi vida. Ahora estoy feliz en donde estoy, hace años pude volver a hacer música pero ahora no es mi destino el que controla mi vida, sino Dios y su perfecta voluntad.

Jimmy Sarango  www.jimmysarango.com

4 01, 2017

5 decisiones que debes tomar en el 2017

2019-09-09T00:14:10-05:004 enero, 17|

Hay decisiones que involuntariamente tomamos cada día, decisiones que parecen pequeñas, que parecieran insignificantes, pero al mirar los resultados de ellas te das cuenta que determinaron aspectos muy importantes de tu vida.

Quiero recomendarte 5 decisiones para tomar en este año nuevo que cambiarán tu vida.

La decisión de decir «no».

Para muchos es muy difícil decir no. Crecí en un ambiente de servicio, muy especial y que me permitió desarrollar habilidades, dones, destrezas. Con el tiempo empecé a sentirme indispensable para la gente, creía que sin mí no lo lograrían. Cada vez que me pedían ayuda decía «sí», «cuenta conmigo». No tomaba en cuenta mis propias responsabilidades, mis tareas, mi tiempo de descanso.

Decir «no» me hacía sentir mal. En Ecuador cuando te niegas a algo te responden «apure, no sea malito». Te sientes culpable de negarte a una solicitud, pero fue una de las decisiones más importantes de mi vida. No soy indispensable, tengo responsabilidades que no puedo abandonar por hacer algo de otra persona. Si dispongo de tiempo digo que sí, porque así valoro mi tiempo y si yo no lo valoro, otros no lo valorarán.

La decisión de no insistir.

«Mucho ayuda el que poco estorba».

Frecuentemente confundimos la perseverancia con la obsesión. Queremos cambiar a las personas, las situaciones, las estructuras. Creemos ser los salvadores de los lugares en los que estamos, pero llega un punto en el que nos empieza a lastimar y en lugar de ayudar o aportar, estorbamos.

Debes estar donde debes estar, aunque suene redundante. No siempre el lugar en el que queremos estar es donde deberíamos estar. Mira alrededor, escucha, recibe consejo. No siempre es necesario insistir. Cuando tu integridad y bienestar emocional o espiritual está en juego es mejor dar un paso al costado.

La decisión de hacerte cargo de las consecuencias de tus actos.

Recuerdo los años cuando los jóvenes decían «hice esto porque el diablo me tentó». «Es que la voluntad de Dios era que me separe de la chica para estar con otra chica». «Es que tú me haces enojar y por eso te golpeo». Siempre hemos tenido la costumbre de culpar a otros por nuestros actos.

En este año te animo a hacerte cargo de las consecuencias, sean positivas o negativas. Si te equivocas, ¡póngale el pecho a las balas!. Si aciertas, ¡celebra!. Dios te ha dado la capacidad de aceptar tus victorias y derrotas, de alegrarte y de llorar. Se responsable de las consecuencias de tus actos.

La decisión de dar tiempo a lo que merece tiempo.

Esta parece muy obvia, pero en mi experiencia he vivido algo que desordena mi horario y por ende, afecta mis prioridades.

Decido dedicar tiempo a mis estudios, para obtener mejores calificaciones, o decido perfeccionar mi habilidad musical, pero de repente en las redes sociales encuentro un video que se convierte en el primero de varios, luego viene una maratón de series en internet, para terminar horas después sin haber realizado lo que me propuse.

Dedicar tiempo a algo es una decisión que no se cumple soñando o deseando, sino haciendo a un lado lo que nos estorba e impide caminar hacia allá.

La decisión de tener una vida propia.

Muchos años viví para que otros se sientan orgullosos de mi, para que me feliciten. Llegaron las redes sociales y entonces buscaba la aprobación de otros a través de likes, retweets y comentarios. Llegué a un punto de mirar alrededor y encontrarme solo junto a mi ego y orgullo. ¿Quién soy?

Era un punto de confusión porque hacía cosas buenas, ayudaba a otros, pero las razones eran incorrectas: buscaba aplausos y felicitaciones. Gracias a Dios me dio otro día más de vida después de aquel y decidí vivir una vida propia.

No vivas aparentando, no vivas para que otros te aplaudan. Disfruta el tiempo que Dios te ha dado. Crece, aprende, para que al llegar al último de tu vida te sientas contentos del uso que diste a cada minuto de tu vida.

Escrito por: Jimmy Sarango | www.jimmysarango.com

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